En países como el nuestro, con acceso a tratamiento antirretroviral, la infección por VIH se caracteriza por ser una enfermedad crónica de tratamiento exclusivamente hospitalario, así como por el envejecimiento de la población afectada, la persistencia de infecciones oportunistas, la complejidad del tratamiento antirretroviral, la frecuencia de efectos adversos de la terapia, las interacciones farmacológicas y el elevado gasto que supone para el sistema sanitario.
Esta situación podría justificar la necesidad de la creación de la figura de la enfermera gestora de casos para el seguimiento de personas con infección VIH, ingresadas en plantas de hospitalización convencionales, como elemento aglutinador de las necesidades del individuo y de coordinación de los recursos a través de la planificación y de la adecuada gestión de los cuidados.

Autoría: Gómez Sánchez MC

Publicado en Revista Española de Salud Pública vol 85, num 3, 2011

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