La prescripción enfermera (PE) en España ha tenido una legislación confusa en los últimos 30 años: pasó por una etapa alegal, en la que no existía una legislación al respecto; una etapa en la que implícitamente se dio a entender, mediante la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, que las enfermeras podían prescribir; una etapa ilegal, tres años después por medio de la Ley 29/2006 de 26 de julio de garantías y uso racional de los medicamentos o productos sanitarios que especificaba que solamente podían prescribir medicamentos los médicos y los odontólogos y, finalmente, una etapa legal a partir de la Ley 28/2009, en diciembre de 2009, en la que se especificaba que las enfermeras podían prescribir productos sanitarios y medicamentos no sujetos a prescripción médica, y medicamentos sujetos a prescripción médica mediante protocolos y guías. Esta autorización para prescribir se obtendrá mediante un curso que acreditará el Ministerio de Sanidad y Política Social, cuya aprobación y validación es competencia de las organizaciones colegiales de médicos y enfermeras y la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. La acreditación de esta formación, a día de hoy, no es una realidad.

No obstante, las enfermeras de atención primaria prescriben medicamentos, siendo los más prescritos las vacunas, los antisépticos y los antiinflamatorios no esteroideos, y productos sanitarios, como el material fungible utilizado por las personas que padecen diabetes, los apósitos para la prevención y el tratamiento de heridas crónicas y los productos para la incontinencia urinaria. Por lo que, la PE es una práctica habitual, tanto de forma autónoma como colaborativa mediante protocolos, a pesar de que la regulación de esta actividad no esté acorde con la práctica.

Por otra parte, las enfermeras de atención primaria tienen mejores conocimientos que los médicos sobre determinados medicamentos y productos sanitarios, especialmente los utilizados para la prevención y el tratamiento de las úlceras por presión. El cuidado a las personas que padecen o tienen riesgo de padecer úlceras por presión, que mayoritariamente recae en las enfermeras, es un campo que ha servido en esta tesis para mostrar que la PE no es un cambio legislativo sin fundamento alguno.
Además, las enfermeras creen que la PE les dotará de mayor autonomía, les ayudará a resolver problemas a las personas que atienden, es un logro del cual se sienten satisfechas y contribuirá al desarrollo y fortalecimiento de la profesión.

Autor:  Romero Collado, Angel

Universidad:  Girona

Departamento:  Salud

Fecha de Lectura de la Tesis:  13/06/2014

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