El Hospital Universitario Virgen de las Nieves ha puesto en marcha un protocolo de humanización de los cuidados en los casos de pérdida gestacional basado en una serie de buenas prácticas durante el proceso de duelo, ya que la muerte de un bebé durante el embarazo, el parto o al poco de nacer es un suceso traumático para una madre, padre y, en general, para toda la familia.

Ante esta realidad, el equipo de Enfermería ha elaborado un procedimiento para asegurar la continuidad de cuidados a través de una comunicación fluida entre el hospital y el equipo de atención primaria, que permita un seguimiento a las familias por parte de los profesionales y evitar que los padres experimenten soledad y falta de apoyo al llegar a casa.

Previamente, durante el proceso de duelo, la gestante permanece en la misma habitación y en la misma planta de hospitalización, favoreciendo de esta manera, una continuidad de cuidados que permite seguir la evolución y dar apoyo. Se coloca un símbolo en la puerta de la habitación con el fin de que todo el equipo de profesionales conozca de la situación de pérdida.

Si los padres así lo desean, se trabaja en un proyecto denominado `creación de recuerdos´, que consiste en ofrecer ver, sostener y abrazar al recién nacido fallecido el tiempo que deseen, siempre favoreciendo la intimidad. Además de guardar recuerdos del bebé para validar su identidad y establecer un contacto simbólico. Para ello se puede hacer una `caja de recuerdos´.

Estas cajas de recuerdos pueden incluir ecografías, certificado de nacimiento (sin valor administrativo), huellas de las manos y/o pies de tinta sobre cartulina blanca o moldes de arcilla blanca, mechón de pelo pinza de cordón. Se puede incluir también ropa, mantita, peluches y pulsera identificativa.

Según indican las profesionales de enfermería impulsoras de esta iniciativa diferentes investigaciones han mostrado «que la creación de recuerdos tiene un efecto terapéutico, y se asocia, junto con el apoyo de los profesionales a menos síntomas de estrés postraumático”.

Una vez el bebé ha nacido y la familia ha tenido la posibilidad de despedirse, los cuidados van dirigidos a acoger las reacciones emocionales de los padres, “dándoles nuestro apoyo y nuestras condolencias en todos los casos”, indica el equipo de Enfermería. “Explicamos a los padres cómo será un proceso de duelo normal, orientándoles sobre la importancia de explicar a otros hijos, si los hay, lo que ha ocurrido y planificando con los padres la vuelta a casa y se ofrece información sobre los cuidados durante el puerperio”.

Desde #PiCuida, aprovechamos la puesta en marcha de este protocolo para compartir de nuevo enlace al catálogo de buenas prácticas en la atención a la pérdida perinatal, publicado en nuestra Red y cuya autora es Sonia María Pastor Montero y cols.

Un saludo.

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