En los últimos días, la revista International Journal of Environmental Research and Public Healthha publicado un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) en el que se ha analizado las diferencias que existen por sexo, edad, año y método de suicidio en los suicidios e intentos de suicidio ocurridos en Andalucía entre los años 2007 y 2013.

La investigación ha revelado que la población que más se intenta suicidar en Andalucía es la que se encuentra entre los 40 y 44 años (60.8 de cada 100,000 habitantes), y no existe una diferencia importante entre hombres y mujeres (los hombres lo intentan 0,12 veces menos). Hay que tener en cuenta que no todos los intentos de suicidio tienen como consecuencia la muerte del individuo.

Respecto a las personas que mueren por suicidio, la población de riesgo son, sobre todo, los hombres (tiene un riesgo 3 veces superior de morir por suicidio que las mujeres). Por edades, el riesgo de suicidio aumenta con la edad siendo la tasa más alta en el intervalo entre 80 y 84 años (25.3 / 100,000 habitantes).

Por otro lado, atendiendo al método, para los intentos de suicidio y para la muerte por suicidio, las mujeres utilizaron con más frecuencia la intoxicación medicamentosa en ambos fenómenos. Los hombres mueren por suicidio principalmente utilizando el método de ahorcamiento en un 87%.

Los hallazgos de esta investigación, basada en la población general, muestran que el modelo que expresa el efecto de la edad y el sexo sobre el intento de suicidio es muy diferente del modelo que expresa tales efectos en el caso de la muerte por suicidio. Esos dos modelos dibujan dos poblaciones de riesgo diferentes y por tanto muestran poblaciones diana diferentes que hay que tener en cuenta para posibles medidas preventivas.

De manera general, la estrategia global contra el suicidio a nivel de los países que promueve la OMS así como los planes de prevención concretos, deben considerar la vulnerabilidad de las poblaciones de riesgo definidas y propiciar que en los centros de atención primaria y comunitaria, así como residencias socio-sanitarias y centros similares, se incorporen estos perfiles a las medidas de vigilancia del suicidio y del intento de suicidio.

Esta investigación forma parte de la tesis doctoral que Yolanda Mejías Martín realiza actualmente en el programa de Doctorado de Medicina Clínica y Salud Pública de la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR. Mejías, además, trabaja como Directora de Enfermería del Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada).

Puedes acceder al artículo a texto completo, aquí. 

Autoría: Mejías-Martín, Y.; Luna del Castillo, J.D.; Rodríguez-Mejías, C.; Martí-García, C.; Valencia-Quintero, J.P.; García-Caro, M.P.

Mas información: Universidad de Granada. 

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