La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha presentado a los profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y ciudadanas, sociedades científicas y colegios profesionales, entre otros colectivos, la nueva Estrategia de Promoción de una Vida Saludable en Andalucía 2024-2030 que, ha asegurado, “pone su vista en el presente, pero, sobre todo, en el futuro de lo que será la atención sanitaria”, en tanto que pone las bases para el nuevo modelo sanitario que se basa en la investigación, la humanización, la atención a la cronicidad, la prevención y la promoción de la salud.

En este sentido, ha asegurado que esta estrategia “tiene el potencial de generar salud y bienestar en nuestra tierra”, porque, ha explicado, “no sólo beneficiará de manera individual a las personas que adopten hábitos saludables, sino que también contribuirá al desarrollo sostenible y al progreso de la sociedad andaluza en su conjunto”.

Catalina García, que ha incidido especialmente en la transversalidad de esta estrategia, que “implica a todas las consejerías” en el desarrollo de iniciativas de promoción, prevención y educación para la salud, ha agradecido el esfuerzo realizado por todos los que han contribuido en su redacción: un grupo de trabajo, en el que han participado representantes de las consejerías con competencias en materia de Salud, Educación, Deporte, Igualdad, Agricultura, Fomento, movilidad y urbanismo, Empleo y Economía, coordinado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. También han intervenido profesionales de los diferentes sectores implicados, ciudadanía, grupos de interés, colegios profesionales y sociedades científicas.

En la inauguración de la jornada de presentación de esta Estrategia, organizada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica en colaboración con la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), donde se ha celebrado, han intervenido, además, el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego, y la directora de la EASP, Blanca Fernández-Capel. Este encuentro ha contado, asimismo, con la asistencia de los delegados territoriales de Salud y Consumo.

Acceso al documento de la Estrategia de Vida Saludable: https://juntadeandalucia.es/sites/default/files/inline-files/2024/04/Estrategia_Vida_Saludable_CG_02042024.pdf

Cronicidad, prevención y promoción de la salud

La consejera ha señalado que España se encuentra entre los países europeos con mayores tasas de cronicidad, “con una clara tendencia al alza” asociada al incremento de la longevidad. En paralelo, el número de personas con medicación crónica ha aumentado en un 35,5% de 2018 a 2021, de modo que “hemos pasado de 2 millones de andaluces con medicación crónica en 2018 a 2,7 millones” apenas tres años después, en 2021.

Además, el 20% de las personas presenta al menos una enfermedad crónica y en el 91,3% de los casos es la principal causa de muerte. En términos económicos y sanitarios, esto supone la primera causa de gasto sanitario y constituye el 80% de las consultas en Atención Primaria. Se trata de enfermedades que, en muchos casos, se pueden prevenir, como la diabetes tipo 2, la EPOC, problemas cardiovasculares, enfermedades de transmisión sexual como el VIH, problemas de salud mental o incluso el cáncer.

Por esto, ha defendido la titular de Salud y Consumo que, aunque el eje fundamental de la estrategia se desarrollará a través de la Atención Primaria, tal como recoge el Pacto para la mejora de la Atención Primaria firmado el año pasado con las organizaciones sindicales, “queremos poner el foco en la educación en salud a la ciudadanía, desde las primera etapas de la vida, tanto desde los centros sanitarios como desde la propia escuela”. Así, ha recordado la incorporación de las enfermeras de referencia pediátricas a los centros de salud en 2023 y las enfermeras referentes escolares que, “juntas, potenciarán, entre otros aspectos, la prevención y la promoción de hábitos y estilos de vida saludables”.

La consejera ha detallado que la Estrategia incluye la promoción de la dieta mediterránea, de la actividad física regular, la prevención del consumo de sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol, así como la promoción de la salud mental y emocional y la prevención de las ITS.

“La promoción de vida saludable también supone la creación de entornos que fomenten y faciliten la adopción de comportamientos saludables”, ha añadido Catalina García, antes de abundar en que “esto incluye políticas y regulaciones que promuevan la disponibilidad de alimentos saludables, la creación de espacios públicos para la actividad física, la implementación de políticas de transporte que fomenten la movilidad activa, como caminar o andar en bicicleta, y la promoción de lugares de trabajo saludables que apoyen el bienestar de los empleados”.

Claves de la Estrategia

La Estrategia, cuyo ámbito temporal abarca desde el año 2024 hasta 2030, consta de cuatro líneas estratégicas, 10 objetivos y 15 programas. La primera de las líneas se centra en la Promoción de hábitos de vida saludable mediante intervenciones en políticas y entornos y la dinamización de activos comunitarios para la salud, con los objetivos de incrementar los niveles de lactancia materna y el consumo de alimentos saludables en detrimento de los no saludables; aumentar los niveles de actividad física y disminuir los hábitos sedentarios; incrementar las horas y la calidad del sueño en la población; incrementar la percepción de calidad de vida y de bienestar emocional; incrementar la percepción de satisfacción con las relaciones sexuales para todas las partes, independientemente de su sexo, orientación o identidad sexual; disminuir el tiempo dedicado al uso de aparatos electrónicos, en detrimento del tiempo dedicado a familiares y amistades; e incrementar las recomendaciones a la ciudadanía sobre activos comunitarios que facilitan una vida saludable.

Esta primera línea estratégica se desarrollará a través de los programas de Promoción de hábitos saludables y redes de apoyo comunitario a través de la Red de Acción Local en Salud (RELAS); con medidas específicas en entornos y sistemas de movilidad y transporte para facilitar los hábitos saludables en la población; con la identificación y dinamización de activos para la salud; así como con la promoción de hábitos saludables en los centros sanitarios, en los centros de atención a personas con adicciones, en centros educativos y universitarios, en los centros de servicios sociales, en los centros de acogida temporal para inmigrantes, en centros y servicios de justicia juvenil y centros penitenciarios, además de a través de los programas de apoyo social para personas con enfermedad mental.

La segunda línea estratégica se propone el fomento de la responsabilidad social ante la salud por parte del sector empresarial, con el objetivo de incrementar el número de empresas con productos o actividades de consumo que se comprometan a crear condiciones que favorezcan los hábitos saludables, así como un consumo justo y sostenible entre la población, para lo que se establecerán alianzas con los operadores económicos en el campo de la alimentación, la restauración, el deporte y el ocio.

La difusión y comunicación de información veraz a la ciudadanía sobre los beneficios de una vida saludable y protección de la población frente a mensajes, publicidad y campañas perjudiciales para la salud constituye la tercera línea estratégica. Su objetivo es incrementar y favorecer la difusión de información sobre hábitos saludables, con contenidos relevantes, veraces y accesibles, a través de la difusión de información veraz sobre hábitos saludables y medidas para hacer frente a la publicidad de productos y actividades perjudiciales para la salud.

Finalmente, la cuarta línea estratégica se centra en impulsar la gestión del conocimiento, la investigación y la innovación en el área de la promoción de hábitos de vida saludables a través del fomento de la formación, investigación e innovación en los hábitos saludables y los determinantes que los condicionan.

Comisiones para la implantación y seguimiento

Dos comisiones técnicas, una autonómica y otra en cada provincia, conforman la estructura formal de gobernanza de la Estrategia. La Comisión Técnica Autonómica, compuesta por representantes con perfil técnico de las consejerías participantes, dará continuidad al Grupo Técnico de Trabajo creado para su elaboración y será coordinada por una persona designada por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo.

Las comisiones técnicas provinciales, que tienen carácter de grupo de trabajo, facilitarán la coordinación para la implantación y seguimiento de las acciones en el ámbito provincial, con representantes de las delegaciones territoriales implicadas y los distritos sanitarios de Atención Primaria (DSAP) y las áreas de gestión sanitaria (AGS) de cada provincia, a la que se podrán incluir representantes de entidades ciudadanas de interés.
La consejera ha concluido su intervención destacando que la visión de la Estrategia es “promover una sociedad en la que los individuos, familias y comunidades puedan alcanzar su máximo potencial de desarrollo, salud y bienestar, y en la que trabajar para que la ganancia en salud se asuma como una tarea de todos”, por lo que ha animado a todos los asistentes a esta jornada a involucrarse en su aplicación.
De hecho, ha recordado que algunas medidas que incluye la Estrategia ya se están desarrollando como el Plan Andaluz de Prescripción de Ejercicio Físico, en colaboración con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte y cuyo pilotaje comenzó el pasado 20 de marzo en 11 Unidades Activas de Ejercicio Físico y 15 centros de salud repartidos en las ocho provincias andaluzas. El objetivo de este plan, ha explicado, es fomentar el desarrollo e implementación de un modelo de recomendación de actividad física y prescripción de ejercicio físico para la salud en Andalucía.

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