A día de hoy, cada vez son más frecuentes las derivaciones y demandas a enfermería que llegan a las consultas de atención especializada de salud mental de usuarios desbordados y con dificultades de afrontamiento de problemas considerados cotidianos. Por supuesto, no hablo de personas con problemas ya instaurados y/o diagnosticados, sino que me intento referir a problemas derivados de la propia “vulnerabilidad psíquica”, haciendo referencia a esa dimensión subjetiva de una situación de indefensión expresada en la precariedad/ fragilidad de recursos personales (cognitivos, emocionales, relacionales) para afrontar sucesos vitales o condiciones adversas y que afectan, en definitiva, al desarrollo de un funcionamiento cotidiano saludable.
Pienso que un abordaje desde la Atención Primaria evitaría la inclusión de estos usuarios en circuitos innecesarios de atención especializada (lo que repercute en las altas listas de demora en la atención y costes de recursos en general) pero más importante aún, en las consecuencias que de esa atención puedan generar en el propio usuario “patologizando” e incluso, “medicalizando” dichas situaciones. ¿Sería conveniente fomentar la creación de dichas consultas y/o espacios en AP? ¿Serían factibles? En la actualidad existen circuitos de actuación conjunta entre profesionales facultativos especializados en Salud Mental con los facultativos de AP. ¿Sería posible que se replicaran dichos escenarios y contextos con las enfermer@s?
Con esto no quiero decir que en vez de crear una consulta de «enfermedad», la creemos de «salud», lo que creo es que todos debemos aprender a cambiar nuestra cultura de salud basada en la enfermedad y aprender una visión positiva de cómo manejar las situaciones adversas.
Un saludo, Ángela.
Please login or Register to submit your answer